Ahroun

AhrounGalliardEl Guerrero disfruta de todo el resplandor de Selene, de la luz plateada que ilumina su inmensa Rabia. No duda en asestar golpes fatales; es más, no suele saber cuándo poner fin a su matanza. Aunque los hombres lobo son luchadores, los Ahroun son los hijos de Gaia más destructivos y depravados. Incluso los más jóvenes de este auspicio son temibles. Hay pocos que sean ancianos, quizás porque los Ahroun no temem morir sirviendo a Gaia; aquellos Ancianos que sobreviven se encuentran entre los mayores hombres lobo legendarios. Un Luna Llena no conoce la cobardía, sólo su sed de batalla. Al igual que los Galliard, los Ahroun sirven de inspiración a su pueblo, pero no por sus bellas palabras, sino por sus depuradas proezas físicas y su poder. Cuando la paz se tambalea, asume las riendas del poder, pues ésta es su obligación: es el primero en dirigir a su manada al combate y, si son derrotados, el último en caer.
El papel que desempeña un Ahroun en la manada es simple: tiene que ser un guerrero consumado, capaz de defender físicamente a sus compañeros más débiles y proporcionar las tácticas correctas en cualquier circunstancia. El Ahroun es la personificación de la definición de adalid de Gaia.
Rabia Inicial: 5
Dones Iniciales: El Roce del Derribo, Garras como Cuchillos, Inspiración
Estereotipo: Ni siquiera el término "infierno sobre ruedas" consigue empezar a desribir la fuerza bruta y el coraje del Guerrero. Un Luna Llena está contínuamente al límite, hirviendo de Rabia, luchando en la batalla. El Ahroun de la luna creciente es un fanático que siempre está poniéndose a prueba, mientras que el Guerrero de la luna decreciente intenta imponer su dominio sobre los demás. Son irascibles y difíciles de tratar, pero a todos los hombres lobo les alegra contar con un Ahroun en la batalla... asumiendo que éste se encuentre en su mismo bando.
Cita: ¡Apártate de mi camino, pacificador! ¡Lo único que podrán comprender estos viles canallas serán mis garras, cuando se claven en sus gargantas y la calidez de su sangre, aún caliente, cuando sea derramada! ¡Voy a enviarlos de nuevo a los infiernos de donde vinieron! ¡Apártate o también tú podrás sentir mis dientes mordiendo tu corazón!