Nosferatu AntitribuLos Historiadores Cainitas sospechan que los Nosferatu antitribu se unieron al Sabbat no por resentimiento hacia sus antiguos, sino por un motivo más malévolo oculto bajo la fachada purulenta del clan. De hecho, este grupo parece estar al menos en términos cordiales con sus hermanos de la Camarilla , aunque su aparente cohesión puede deberse únicamente al hecho de que están más allá de cosas como las alianzas mezquinas, concentrándose en las fuerzas que amenazan al clan cada noche. Por supuesto, tanto los Nosferatu como sus antitribu callan cuando se les pregunta al respecto, lo que inclina a los demás vampiros a creer que estos asuntos son estrictamente privados.

Como los Nosferatu de la Camarilla, los antitribu están terriblemente deformados, condenados a una no-vida eterna escondidos de los mortales o, dadas las tendencias del Sabbat, atormentándolos. Los Bichos crean sus refugios en las vastas redes de alcantarillado bajo las ciudades, formando guaridas y nidos que horrorizan a todos los que bajan para hablar con ellos. Algunos llegan a deleitarse en su fealdad monstruosa, haciendo lo posible por desagradar a Cainitas y a mortales. En este sentido, el Sabbat les ha influido notablemente, pues han abandonado todo lo que en ellos es humano y han aceptado su maldición con estoica resolución.

Irónicamente, o quizá debido a sus desfiguraciones, los Nosferatu antitribu son quizá el más humano de los clanes de la secta. Habiendo trascendido la necesidad de la brutalidad ostentosa, los Bichos han aceptado su monstruosidad. No se bañan en sangre ni se dan a carnicerías sin sentido; cada uno de sus movimientos tiene una precisión calculada, diseñada para lograr, ya sea respeto, miedo o comprensión. Muchos jóvenes de la secta los consideran blandos... hasta que de tropiezan con ellos en las alcantarillas y descubren la verdadera malicia de sus almas negras.

Como hacen los Nosferatu desde tiempos inmemoriales, los antitribu trafican en el mercado de la información. Cultivan vastas redes de informantes y secretos, al tiempo que lavan muy pocos trapos propios públicamente. Muchos Sabbat les consultan cuando quieren información común (ya que el clan no es conocido por dedicarse a lo oculto), como quién retó a quién por una posición, o cuál de los templarios de visita es en realidad un Inquisidor. "Los Bichos lo saben todo", se dice, y los Nosferatu antitribu no hacen nada por cambiar esta impresión, ocultándose en la penumbra y conversando con sus alimañas espías.

Más que cualquier otro clan, los Nosferatu antitribu temen a los Antediluvianos (se puede decir que los otros clanes los desprecian). Al hablar de los Ancianos, la respuesta más frecuente es el terror. En las oscuras leyendas del clan su progenitor, disgustado con sus chiquillos y humillado por Caín, liberó un gran mal sobre los suyos para absolverlos de su monstruosidad. Si esto es cierto todos los vampiros deberían cuidarse, pues estos cazadores deben ser realmente terroríficos.

Nosferatu en la Edad OscuraApodo: Bichos.

Apariencia: Los Nosferatu antitribu, como sus hermanos de la Camarilla han sido malditos por la Sangre de Caín. Su aspecto es tan espantoso que las demás consideración como las ropas o el arreglo personal son secundarias. ¿De qué importa llevar un traje de diseño o un bolso de última moda si tu cuerpo recuerda al de los cadáveres después de un accidente de tráfico? Como mucho se visten de forma cómoda, prefiriendo la ropa amplia, las túnicas y otras prendas holgadas. Algunos se van al extremo opuesto y adoptan un vestuario de alta costura o elementos de culturas sadomasoquistas, dejando una mayor impresión en aquellos que les ven.

Refugio: Los Bichos suelen congregarse en nidos bajo las ciudades, donde pocos se aventuran y de donde muchos menos regresan. A pesar de su gran fealdad no tienden a ser morbosos, y rechazan los ambientes sombríos de los depósitos de cadáveres, cementerios, etc. Cuando residen en refugios comunales suelen quedarse en la zona más aislada e inaccesible. A la mayoría de sus compañeros no suele importarles mucho.

Trasfondo: Estos vampiros son duros supervivientes, y conocen bien las burlas de los demás. Suelen tomar a sus chiquillos entre los parias de la sociedad, aunque muchos aún poseen un ramalazo perverso y Abrazan por desprecio a gente bella o popular. Por algún motivo, casi todos los Nosferatu antitribu son varones, pero, ¿qué importa eso cuando el sexo es prácticamente indeterminado?

Creación del personaje: Los Nosferatu antitribu prefieren los Atributos Mentales y Físicos, ya que para vivir entre las ratas se necesita sentido y habilidad. La mayoría se inclina por los Talentos, aunque existen historias sobre Bichos sabios y eruditos que han estudiado Conocimientos y que pueden proporcionar respuesta a las preguntas más extrañas. Trasfondos populares son Contactos, Generación, Recursos y Criados animales. La mayoría de los jóvenes aún conserva su Humanidad, pero casi todos los antiguos adoptan Sendas de Iluminación, como la Senda del Corazón Salvaje, la del Poder y la Voz Interior, la de Catarsis o la de Caín. No se conoce a ninguno que haya seguido nunca la Senda de Lilith.

Disciplinas de Clan: Animalismo, Ofuscación, Potencia

Debilidad: Dadas sus terribles deformaciones, todos los Nosferatu antitribu tienen Apariencia cero. Este Rasgo nunca podrá incrementarse, aunque en ocasiones se puede ocultar disfrazándose o con medios mágicos. La mayoría de las Tiradas Sociales, con la excepción de cosas como intimidar o infundir terror, falla automáticamente.

Organización: Los Bichos reconocen la edad y los logros, a menudo poniendo las necesidades del clan o las personales antes que las del Sabbat. A pesar de ellos, pertenecen a la secta y no suelen actuar contra los intereses de la misma. Como a menudo comparte refugios, los Nosferatu antitribu no tienen mucha necesidad de realizar reuniones formales y ostentosas del clan. La mayoría se dedica a sus asuntos y mantiene a los demás alejados, al tiempo que intenta aprender todo lo posible sobre sus compañeros.

Cita: No me preguntes por qué miro por encima del hombro, chica; son mis asuntos, ¿vale? ¿Y quieres esa mierda sobre el obispo o no? Si no es así, estoy seguro de que el obispo querrá algo de mierda sobre ti...

Cortesía de Jurgen Heindall

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